Después de las lluvias primaverales la vegetación se había descontrolado un poco en el monasterio, así que como cada año, muchos de los socios y simpatizantes de la Asociación de Amigos del Monasterio de la Armedilla se ajustaron los guantes, tomaron sus herramientas y, a pesar de las altas temperaturas, se pusieron manos a la obra.
Dias antes el ayuntamiento había actuado en la campa y nuestros socios María Jesús y Julio en el interior de la iglesia. Ahora tocaba el espacio más amplio: la zona de claustros.
Ni que decir tiene que el respeto por el patrimonio cultural es en nuestro caso tan riguroso como por el patrimonio natural, por eso todas las actuaciones son meramente manuales o mecánicas y sin uso de sustancias químicas.
Muchas gracias a todos los que colaborásteis.
Pronto habrá otra convocatoria para realizar una actualización del inventario de piezas arquitectónicas que se custodian en el monasterio.






